Zurda, rubia, pelo largo, ojos verdes, AMA el chocolate, ODIA el café. Vive en un mundo apartado del resto, cree que todo el mundo es bueno y la gente la piensa inocente. Le encantan los besos en el cuello y los guiños de ojo, y se enamora de la gente por su nariz.
Le encanta pasar el tiempo con sus amigos y escuchar música, y sabe guardar cualquier secreto.
Éramos nosotros, los verdaderos, los mismos. Los que aprendimos a llorar solos, sin compañía, los que nos reuníamos y nos confiábamos nuestro más profundos secretos, a pesar de no conocernos de nada. Por el simple hecho de compartir la misma situación. Cuando estás en ese peldaño, cuando te encuentras donde te encuentras, abres la boca y la cagas, y todos lo sabíamos. Por eso nunca hablábamos, por eso confiábamos.