A veces olvidamos la importancia de pequeñas cosas que solo disfrutamos al ser niños, pero a pesar de todo lo que podáis pensar y decir de mi después de leer esto me da absolutamente igual, porque ayer volví a dormirme escuchando la voz dulce de mi madre contándome uno de mis cuentos favoritos, algo que echaba tanto de menos...
Y que quizás nunca le había dado la importancia que le pertenecía y ayer cuando después de muchos años volvió a sonar en mis oídos su voz leyendo esas líneas , regresó a mi mente el recuerdo de mi cabecita apoyada sobre su regazo y los ojos entre cerrados mientras iba perdiendo de oída la vocecita que narraba aquella bonita historia.
Antes de terminar diciendo colorín colorado, recuerdo que ansiosa, ya estaba pidiendo que empezará de nuevo o que leyera otro de los muchos libros que reposaban en mi estantería.
No entiendo como se me había podido olvidar lo mucho que me gustaba mi cuento de antes de ir a dormir.
Son cosas tan bonitas como estas las que me hacen querer volver a ser pequeña, cuando el cuento de buenas noches era lo mas importante del mundo, mientras así todos los problemas perdían importancia.
Terminaré diciendo, te quiero mamá!
Y que quizás nunca le había dado la importancia que le pertenecía y ayer cuando después de muchos años volvió a sonar en mis oídos su voz leyendo esas líneas , regresó a mi mente el recuerdo de mi cabecita apoyada sobre su regazo y los ojos entre cerrados mientras iba perdiendo de oída la vocecita que narraba aquella bonita historia.
Antes de terminar diciendo colorín colorado, recuerdo que ansiosa, ya estaba pidiendo que empezará de nuevo o que leyera otro de los muchos libros que reposaban en mi estantería.
No entiendo como se me había podido olvidar lo mucho que me gustaba mi cuento de antes de ir a dormir.
Son cosas tan bonitas como estas las que me hacen querer volver a ser pequeña, cuando el cuento de buenas noches era lo mas importante del mundo, mientras así todos los problemas perdían importancia.
Terminaré diciendo, te quiero mamá!
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