
Me duele pensar que no vas a volver. Que te seguiré esperando, pase lo que pase, a pesar de saber que te has ido para siempre.
Es que soy idiota. Muy, muy idiota.
Por creerte cuando me dijiste que esto duraría para siempre, por hacerte caso cuando decías que no me ibas a soltar nunca. Por quererte. Por seguir haciéndolo.