
Dicen por ahí que la única persona de la que te puedes fiar siempre eres tú mismo. Pero yo no hago caso. ¿Acaso podríamos vivir sin alguien en quien confiar y con quien poder hablar, hacer, compartir, reír, llorar...?
Alguien dijo alguna vez que en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre. Pero yo no hago caso. Eso si, nadie puede alejarnos de esa sensación de desconocimiento, de confusión, de "no enterarse de nada".
Esa sensación que a veces simplemente la creamos nosotros mismos en nuestra cabeza. Pero otras muchas querrías desnudar su pensamiento y lograr entenderlo. Alguien dijo alguna vez: ¿Sabes cuál es la verdadera cárcel? La que uno se construye con sus propias manos.
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